5/12/2010

El Coliseo de Roma está enfermo

"Las filtraciones de agua han empeorado la situación, pero no hay duda de que la primera causa es la contaminación"
El desprendimiento que sufrió el Coliseo de Roma el pasado sábado ha avivado el debate de la conservación del monumento y la preocupación entre arqueólogos y expertos, que aseguran que el Anfiteatro Flavio, una de las siete maravillas del mundo, está "enfermo de cáncer".

La caída de tres fragmentos de casi un metro cuadrado no ha impedido la apertura del monumento, pero ha puesto al descubierto el estado de conservación de su estructura interna, que ha sufrido transformaciones químicas a causa de la contaminación y las vibraciones sonoras provocadas por el tráfico o los grandes conciertos.

Una mutación por la que el carbonato cálcico se convierte en sulfato cálcico, que algunos consideran "el cáncer de la piedra" y que ha obligado a la Superintendencia Arqueológica de Roma a "elaborar una estrategia de intervención urgente", explica Rossella Rea, directora del monumento, al diario italiano "Corriere della Sera". "Las filtraciones de agua han empeorado la situación, pero no hay duda de que la primera causa de este último incidente es la contaminación", subraya la experta.

Desde hoy, un grupo de arqueólogos efectuará controles para evaluar el alcance de esta "metástasis", que pone en peligro la arquería y las paredes del monumento, y reemplazará las redes de protección actuales por otras más resistentes. A pesar del último incidente, que no provocó ningún herido, Rossella Rea subraya que el Coliseo "es seguro y está controlado, pero hacen falta más fondos". El pasado abril, el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, anunció un plan para su restauración que costará 23 millones de euros.

El Coliseo es uno de los monumentos más visitados del mundo, con 3 millones y medio de visitas en 2009 que acumularon 30,4 millones de euros. El Anfiteatro Flavio, o Coliseo, fue levantado entre los años 72 y 80 d.C. y podía albergar hasta 50.000 espectadores durante los juegos de gladiadores y de fieras que se llevaban a cabo en su interior. Su sobrenombre proviene de la monumental estatua del Coloso de Nerón (después dedicada al Dios Sol), que se localizaba en las inmediaciones del anfiteatro.

La inauguración fue celebrada con cien días y cien noches de juegos en los que se mataron más de 5.000 animales, pero el festival más sangriento que vivió este anfiteatro fue el que Trajano ofreció al pueblo tras su conquista de la Dacia, con 117 días en los que, según la tradición, participaron 9.000 gladiadores y 10.000 animales.

La Vanguardia 12-5-10



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