4/21/2011

Barcelona Neolítica



Otra pieza de la Barcelona prehistórica surge detrás de la Boqueria
Sant Pau del Camp, Vila de Madrid, Reina Amàlia y la Boqueria. En cuatro puntos de Barcelona han emergido en los últimos tiempos restos neolíticos de distinto calibre, alargando hacia el pasado remoto la historia de Barcelona y tejiendo, gota a gota, la tesis de que la vida humana se instaló en Barcelona, o en el llamado pla de Barcelona,hace al menos alrededor de 6.000 años. Es decir, en plena fase de sedentarización de la especie.

Hace tres días apareció en las obras de ampliación del aparcamiento subterráneo de la plaza de la Gardunya, detrás de la Boqueria, un enterramiento neolítico de una edad de aproximadamente 6.000 años. "Ha sido una sorpresa", admitió Ferran Puig, jefe del servicio arqueológico municipal. En la zona existió el convento medieval de Jerusalén y han aparecido sus restos, así como restos romanos, pero nada destacable en comparación con el enterramiento neolítico.

Por la osamenta parece el cadáver de una mujer, aunque los paleoantropólogos no tienen aún un resultado definitivo sobre su sexo. El cuerpo fue enterrado en un pozo mortuorio con un brazalete de variscita, un mineral precioso, de tonos verdes, con toda seguridad procedente de las minas de Gavà - en distintos puntos de Europa han aparecido joyas talladas con piedra de esta zona-y con un collarcito de minúsculos aros de dos o tres milímetros de diámetro, de delicada factura, de esteatita; esta materia prima podría proceder del Pirineo, aunque la presentación del hallazgo, el miércoles, se hizo antes de extraer los restos - para poder proseguir las obras-pero antes también de muchos análisis. Los arqueólogos tratarán de extraer restos biológicos que permitan analizar el ADN del cuerpo. También luce un inmenso colmillo de jabalí, a la altura del pecho.

El cálculo de la antigüedad del hallazgo se basa en el tipo de enterramiento y en casos similares, como los de Sant Pau del Camp o Reina Amàlia, y viene a avalar la idea, sostenida por el director del Museu d´Historia de Barcelona (Muhba), Joan Roca, de que empieza a haber material - arqueológico e intelectual-"para plantear una exposición" sobre esta época prehistórica en Barcelona.

¿Fue Barcelona un epicentro neolítico? Posiblemente sus habitantes iban cambiando sus cabañas de lugar en función del agotamiento de los pastos y de la producción agrícola, ya que mantenían rebaños de distintas especies y cultivaban vegetales. Pero para ratificar esta tesis hay un pequeño inconveniente, y es que habría que levantar toda la ciudad y mirar entre sus cimientos, y aún así posiblemente no se podría verificar del todo, porque las sucesivas fases de urbanización con toda seguridad han ido destruyendo los poblados prehistóricos que pudiera haber.

Publicado en La Vanguardia 20.4.11

4/20/2011

El centro cultural del Born abrirá un nuevo eje peatonal en el 2012


El futuro centro cultural del Born, que acuna en su subsuelo el yacimiento de restos arqueológicos del siglo XVII, será el epicentro de un nuevo eje peatonal que busca romper fronteras arquitectónicas e integrar los espacios públicos que envuelven al antiguo mercado central de Barcelona. La apertura de este paseo por las huellas de la vida urbana coincidirá a finales del 2012 con la inauguración de este espacio museístico ubicado en el antiguo mercado central que cerró sus puertas hace 30 años.

Jordi Martí, delegado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, precisó ayer que el paseo comenzará en la calle de Argenteria, cruzará Santa Maria del Mar hasta alcanzar el parque de la Ciutadella, donde se abrirán puertas que llevan tiempo cerradas para no poner barreras a esta caminata sobre piedras románicas, góticas, medievales y modernas. Para ello, el museo se podrá atravesar, desde la calle de Comerç, de punta a punta de forma gratuita. «En un futuro este trazo peatonal proseguirá con la Pompeu y llegará al mar».

El alcalde Jordi Hereu va más lejos en sus previsiones. «Se podrá andar seguido de la plaza del Rei al Poblenou. Desde la ciudad romana a la industrial». Para Hereu, el centro cultural del Born, al que el ayuntamiento y la diputación destinan 65 millones de euros, está totalmente consolidado. «Sus tornillos no están flojos. Ha costado, pero su trayectoria es clara y muy ambiciosa».

La razón de ser del espacio arqueológico es mostrar cómo era la ciudad destruida por las tropas de Felipe V, que el 11 de septiembre de 1714 conquistaron Barcelona durante la guerra de sucesión, derrota que cada año se recuerda en la Diada, la fiesta nacional de Catalunya. El derribo parcial del barrio de la Ribera es un episodio relevante del inicio de la represión. «Es una etapa desconocida, a la que los libros de historia dedican escasas páginas. En este nuevo espacio museístico se mostrará que era una ciudad dinámica, con vida», asegura Hereu.

El yacimiento fue descubierto en el 2002 durante las obras de remodelación del mercado, que en ese momento tenía que cobijar la Biblioteca Provincial de Barcelona, que finalmente se construirá junto a la estación de França. A partir de estos restos arqueológicos, los visitantes del siglo XXI pisarán las calles del siglo XVII, contemplando los edificios nobles, las viviendas de pescadores, los talleres artesanos, el sistema de pavimentación, el alcantarillado y el papel del Rec Comtal.

DIÁLOGO CON EL PASADO / El historiador Albert García Espuche, comisario del proyecto del centro cultural del Born, tiene claro que no será únicamente un espacio para la memoria. «Será un flujo de reflexión, un diálogo y un lugar de encuentro entre el pasado y el presente. No hay precedentes. Pocas veces se puede percibir tanta emoción, singularidad y energía en un espacio», argumenta el comisario, que coincide en que el gran objetivo es la transformación cultural del Born, un eje urbano con un enorme potencial público.

Enric Soria es el autor de los planos y de la compleja obra de arquitectura interior. «Hemos hecho mucho más que restaurar un antiguo mercado, lo hemos convertido en un edificio del siglo XXI en el que se contempla a través de vidrieras el exterior pero que a su vez queda protegido de las agresiones acústicas, solares y térmicas», concreta Soria, que deja visible el yacimiento en dos terceras partes de los 8.000 metros de superficie disponibles.

El proyecto museístico es obra de Josep Bohigas y Dani Freixas. El espacio gira en torno a la ciudad desenterrada y a cuatro salas situadas en las esquinas del edificio construido en 1876 basándose en un proyecto de Josep Fontserè i Mestre. La sala Ribera será un espacio polivalente que acogerá proyecciones audiovisuales, conciertos y representaciones teatrales. La Fusina estará destinada a conferencias, seminarios y espectáculos de pequeño formato. Un tercer recinto alojará exposiciones temporales. La primera versará sobre las relaciones que se establecen entre ciudad y mercado.

La exposición permanente, dedicada a explicar cómo era la vida cotidiana en la Barcelona del siglo XVII, se apodera de otra de estas salas. En ella destaca una vitrina interactiva de 35 metros que exhibirá 1.500 objetos encontrados en el yacimiento. Pendientes, dados, canicas de cristal, anillos, peines de madera, copas, platos de cerámica, un biberón, juguetes, relojes de sol, hebillas, cajas...


Publicado por El periódoco el 5.3.11

4/12/2011

Barcelona vista per Dionís Baixeras

Dionís Baixeras va dedicar una part de la seva vida a fer dibuixos de caire documental amb temàtica dels llocs de Barcelona que desapareixien amb l'obertura de la Via Laietana l'any 1907.
També es dedicà a dibuixar els carrers del barri antic de Barcelona escenificant els oficis tradicionals que actualment han desaparegut i que han estat substituïts per locals de lleure.
Us passo un vídeo que m'ha fet arribar el meu pare, nascut en aquest barri.


4/10/2011

La ampliación del Pati Llimona desentierra 17 metros de muralla

La reforma del edificio de la calle de Regomir, 7 rescata unas termas romanas
El centro cívico ganará 1.000 metros cuadrados para entidades del barrio.
Bajo la finca levantada en el siglo XIX en el 7 de la calle de Regomir, en el Gòtic, unas imponentes termas romanas. Sorpresa, ninguna, ya que los estudiosos de la zona ya sabían de su existencia, pero asombra su buen estado de conservación. Estos restos -que serán visitables a partir del próximo verano, cuando terminen las obras- explican mucho del pasado de Barcelona, cuando los mercenarios llegados por mar frecuentaban la instalación para asearse, relajarse -y hacer algún que otro negocio- antes de cruzar las murallas ciudad adentro. «El proyecto ha servido para varias cosas. Por un lado, para ampliar en cerca de 1.000 metros cuadrados la superficie del Pati Llimona, lo que supondrá generar nuevos espacios de encuentro para las entidades, una de las principales reclamaciones vecinales en el Gòtic, y, por el otro, ha servido para recuperar 17 metros de muralla romana y ganar una nueva zona museográfica para entender la historia de la urbe», apunta Toni García, arquitecto de Foment de Ciutat Vella, responsable del proyecto.

MEJORAS DE ACCESIBILIDAD / El concurso para esta ambiciosa reforma es del año 2005, pero lo elevado de su coste --más de 6.700.000 euros-- hizo que los trabajos no empezaran hasta hace un año y medio. Este mes está previsto que finalicen las obras del edificio contiguo al Pati Llimona --la citada finca del número 7, de propiedad municipal y abandonada desde hacía varios años--, que servirá para aumentar el centro cívico. El traslado de las múltiples actividades de un local al otro se hará durante el mismo mes, para iniciar los trabajos de modernización del Pati Llimona. Trabajos que, según el arquitecto Roger Montoto, otro de los responsables de la obra, consistirán principalmente en «modernizar el edificio para hacerlo más accesible y confortable».

De los 6.700.000 euros de presupuesto, la gran mayoría, unos 5.200.000, se han invertido en la remodelación del nuevo edificio. Y es que reformar una finca entera de seis plantas conservando 17 nuevos metros de muralla no es sencillo, y si además esa finca ha de conectar con la contigua, aún se complica más. Pero se ha logrado. Además, del edificio no solo se han rescatado el bajo y el entresuelo para explicar cómo era la Barcelona romana y medieval -se aprecian a la perfección las dos murallas-, sino que también se están restaurando dos de los techos del palacio del siglo XIX. Al nuevo edificio se trasladarán el esplai infantil y el casal de jóvenes, además de los talleres de audiovisuales, punto fuerte del famoso centro cívico, ubicado en un palacio gótico comprado por el ayuntamiento a finales de los 70 tras una larga demanda vecinal.

LA CAPILLA MÁS PEQUEÑA / Otra de las curiosidades de la obra es la reforma de la capilla de San Cristòfol -«la más pequeña todavía en activo de toda Catalunya», según apunta convencido Montoto-, diminuta capilla que se construyó agujereando la torre desde la que se custodiaba la entrada mar a la muralla.

La imagen de este santo, ahora patrón de los conductores, se solía situar en las entradas -y salidas- de las ciudades medievales, como es el caso, porque existía la creencia popular de que quién veía la figura del santo antes de salir de viaje no moría de muerte violenta.

Publicado en El Periódico el 10/4/11