12/17/2011

Barcelona

Arriben les festes de Nadal i la nostra ciutat s'omple de llum i color. Us adjunto la felicitació de Nadal del nostre Ajuntament.

Bona Nadal!


12/09/2011

Los Manuscritos del Mar Muerto online


Empecemos por el futuro: al director del Santuario del Libro, que es también el conservador jefe de los Rollos del Mar Muerto, Adolfo Roitman, comenta a ABC que le parece todavía «de ciencia ficción». Durante los últimos meses ha participado directamente en la digitalización de los célebres manuscritos de Qumrán. Una copia pluscuamperfecta que la tecnología ha permitido realizar con sumo cuidado para no dañar los delicadísimos pergaminos (alguno de medio milímetro de espesor). Exposición: 1/4.000 de un segundo. Resolución: 200 veces más que una cámara estándar. Se utilizaron tubos flash protegidos contra los rayos UVA.
Google añade la traducción al inglés (de momento, aunque vendrán otras lenguas, todas las lenguas) y un sistema de búsqueda marca de la casa, por capítulo y versículo en el caso del Libro de Isaías. En total se han digitalizado los cinco rollos principales de entre los hallados en las cuevas de Qumrán y que se conservan en el Museo de Jerusalén.
«Puedo certificar que aquí se ven con más detalle y mejor que al natural con el ojo humano». Roitman se expresa asombrado, con su acento porteño. Utilizará la web para ilustrar su nuevo ciclo de clases y conferencias por EE.UU. «Ya no tendré que llevar otro soporte», dice. «Lo maravilloso es que, desde cualquier universidad, sinagoga o mezquita del mundo, podrán estudiarse las imágenes originales, ilustrar clases, ahondar en investigaciones, por más que el estudioso esté en un rincón apartado del globo, siempre que tenga un ordenador conectado a internet», aclara. «Aún no imaginamos las consecuencias de todo esto...»

La voz de hace 2.800 años

Sabiendo esto podemos viajar al pasado. El libro de Isaías, el profeta que vivió hace 2.800 años, es el único rollo completo de todos los hallados en Qumrán. Se erige, además, como el manuscrito bíblico más antiguo del mundo, puesto que la copia procede del siglo I antes de Cristo.
A los manuscritos digitalizados les acompaña en su versión online una batería de audiovisuales, vídeos y otras informaciones sobre el material con el que fueron hechos. Al experto que ya conoce la traducción de los textos le aportarán una visión emocionante a la versión original, tan quebradiza.
Al curioso le espera una inmersión en la magia de este tesoro universal que ahora «sin ninguna duda se convierte, literalmente, en patrimonio de la humanidad, de un concepto de humanidad específico que interesa a los hombres de buena voluntad», asegura Roitman. Los manuscritos generan aún preguntas a los estudiosos y su puesta global en escena permitirá cruzar datos con la arqueología y otras ciencias en una dimensión inabarcable.

Magia espiritual

«Pero la verdadera magia de los rollos está en el campo espiritual. Las religiones monoteístas tienen interés en los Rollos, porque los textos están en sus distintas tradiciones, uniéndolas en la raíz, poniendo énfasis en lo que tenemos en común», asevera Roitman. «Y, como persona culta, le diré que para mí es muy importante que este mensaje parta hoy desde Jerusalén al mundo, cuando normalmente estamos enmarcados en un marco exclusivamente político. Hay aquí una vida cultural que le interesa al mundo entero, el Santuario del Libro cobra sentido en las palabras con las que queremos tender la mano a cada hombre en este planeta, ahora gracias a un ordenador...»



+ info:
http://dss.collections.imj.org.il/

Los hombres prehistóricos se hacían colchones de paja para dormir hace 77.000 años

Los hombres prehistóricos eran capaces de dotarse de unas mínimas condiciones de comodidad e higiene, a la vista del hallazgo, en un refugio en Sudáfrica, de unas colchonetas hechas hierbas, juncos y hojas que se han datado en 77.000 años de antigüedad (a modo de refrencia: las pinturas de Altamira tienen en torno a 15.000 años). Algunas plantas, además, parecen elegidas entre especies conocidas en la medicina tradicional por contener compuestos de efecto insecticida y larvicida, por ejemplo repelentes de mosquitos. Además, los restos indican que las colchonetas fueron quemadas periódicamente, tal vez con fines higiénicos: luchar contra plagas y destruir la basura. Son vestigios muy significativos del comportamiento cultural complejo de la humanidad anatómicamente moderna antes de la última ola migratoria desde África de estos antepasados nuestros directos. Las colchonetas coinciden temporalmente en los yacimientos surafricanos con otros indicios de prácticas avanzadas, como la utilización de cuentas de concha, las nuevas tecnologías aplicadas a los instrumentos de piedra, la preparación de trampas para animales y la fabricación de arcos y flechas.

La noticia en otros webs

Los colchones descubiertos ahora son, con mucho, los más antiguos que se han encontrado, con 50.000 años más que los que se conocían hasta ahora.
Al menos 15 capas diferenciadas de colchonetas de material vegetal apelmazado han encontrado los científicos en el refugio de Sibudu, situado en un acantilado sobre un río, 40 kilómetros al norte de Durban y a 15 de la costa del océano Índico. La localización del refugio es importante porque muchas de las plantas utilizadas en la preparación de los jergones crecen exclusivamente en entornos acuáticos, lo que descarta que se trate de plantas crecidas in situ y aplastadas. Los humanos prehistóricos subieron las hojas, hierbas y juncos hasta su refugio y se prepararon colchonetas para dormir y para vivir más cómodamente, afirman los científicos que investigan el yacimiento arqueológico, liderados por Lyn Wadley (Universidad de Witwatersrand, en Johannesburg). Presentan los últimos descubrimientos en la revista Science.
Los colchones están apelmazados, superpuestos unos a otros (hasta 15 capas de varios centímetros de grosor cada una se han identificado) en un grueso sedimento que se extiende entre uno y tres metros cuadrados. Los científicos han hecho análisis de datación y afirman que corresponden a una ocupación del refugio en cuestión durante 40.000 años (de hace 77.000 años hasta hace 38.000). La selección de las especies utilizadas para hacerlos, "sugiere que los habitantes primitivos de Sibudu conocían las plantas del entorno de su refugio y eran conscientes de sus usos medicinales", señala Wadley. "Las hierbas medicinales aportarían ventajas para la salud humana y la utilización de plantas contra los mosquitos añade una nueva dimensión a nuestro conocimiento del comportamiento humano hace 77.000 años". Los científicos han reconocido, por ejemplo, restos de Cryptocarya woodii, especie aromática cuyas hojas aplastadas emiten compuestos químicos repelentes contra los mosquitos, que siguen presentes en las prácticas tradicionales africanas con el mismo uso.
"Aquellos habitantes del pasado harían la recolección de juncos en las orillas del río uThongathi, justo bajo Sibudu, y las extenderían luego en el suelo del refugio haciendo jergones que servirían no sólo para dormir, sino que también proporcionarían una superficie confortable para la vida diaria y para trabajar", añade Wadley. Las prácticas domésticas parece que no se acaban ahí, sino había un mantenimiento de las colchonetas, ya que los restos indican que eran quemadas periódicamente in situ, seguramente para eliminar plagas y preparar una nueva capa de hierbas y hojas frescas.
Al estudiar el yacimiento, los científicos se dieron cuenta de que la ocupación del refugio de Sibudu se intensificó hace unos 58.000 años, con mayor densidad de capas de jergones, más restos de fogatas, más depósitos de restos y más piezas de artefactos de piedra en el yacimiento. Wadley y sus colegas argumentan que ese incremento de ocupación corresponde al cambio demográfico en ese continente en aquella época. Hace unos 50.000 años los humanos modernos, nuestra especie, empezaron a salir de África y acabarían reemplazando a las formas arcaicas de Homo sapiens en Eurasia, incluidos los neandertales.
Publicado en El País el 9.12.11
Noticias relacionadas:
http://ballartblog.blogspot.com/2010/06/una-sabata-de-5500-anys.html

12/05/2011

El arte de contar el arte sin cuadros


Arte sin arte. ¿Se puede hacer una exposición sobre Picasso en la que no haya un solo cuadro? Es más, ¿se puede hacer sin un solo cuadro cuando además quiere narrar otra exposición que - esta sí-gozó de 25 flamantes piezas...? Es más: ¿en la que haya apenas fotos de aquellas obras maravillosas; y en blanco y negro, pequeñas...? La respuesta es un contundente sí. Estamos ante la metaexposición, la muestra sobre la muestra, y el resultado es pura historia del arte. El Museu Picasso de Barcelona abre hoy al público Picasso 1936. Empremtes d´una exposició, en realidad una investigación sobre cómo se gestó en 1935 y se concretó en enero de 1936 la muestra Picasso, que visitó Barcelona, Madrid y Bilbao y marcó la pauta de la relación del artista con estas tres ciudades y en general con España.

La propia muestra que hoy abre al público es museografía pura, un eficaz exprimidor de naranjas, porque transforma una documentación que podría ser un cactus en un hábil juego intelectual, puro estímulo. Sacudidos por el cedazo-led de la empresa Media Interactive Design, las fotografías, las grabaciones (entre ellas posiblemente la primera voz enlatada de Salvador Dalí), los propios discos, los recortes de prensa, los ejemplares de revistas... se convierten en un apasionante juego de pistas e insinuaciones para quien quiera seguirlas. "Es una exposición diferente a lo habitual y sin duda es la de mayor riesgo que hemos hecho", valoró ayer Pepe Serra, el director del centro, elegido ya nuevo director del Museu Nacional d´Art de Catalunya (MNAC), al que se mudará en pocas semanas. En esta línea, el concejal de Cultura, Jaume Ciurana, agradeció al museo que asuma riesgos, porque "la administración tiene algunas virtudes, pero no la de la creatividad". "Propone muchas preguntas - añadió Serra-sobre cómo deben hacerse o cómo no deben hacerse las exposiciones, y no me refiero a los presupuestos. Es una apuesta radical. No es con documentos sino de documentos".

En una de las salas, por ejemplo, un juguete de tarjetas magnéticas del tamaño de un iphone, con la tecnología chip del bicing, insta a insertarlas para que (en catalán, castellano o inglés) se encienda toda una pared de imágenes que un hilo luminoso une, sugiriendo relaciones, amistades, marchantes.

En la última sala, una pantalla táctil de 42 pulgadas cruza cientos de datos para mostrar quién fue quién en la organización de aquella exposición, las relaciones entre cada uno de ellos agrupadas por temas (obras de Picasso, amistades, galeristas, museos...): cuando uno coloca el dedo por ejemplo sobre Paul Éluard, el poeta íntimo de Picasso, y lo arrastra hacia la periferia de su universo, hacia el marco de la pantalla, él vuelve mansa pero incorregiblemente al centro de la órbita, arrastrando todos los hilos que lo unen a otros satélites picassianos. El invento de MID deja los nombres flotando, como mecidos por el océano de datos. Para Silvia Domènech, comisaria de la exposición, "se trata de poner en valor los documentos de los procesos artísticos" y de hacer que "dialoguen entre ellos".

La exposición rescata el protagonismo que Adlan (Amics de l´Art Nou) tuvo en la preparación de la exposición de 1936, que viajó a Madrid y Bilbao pero no pudo hacerlo a otras dos de las ciudades inicialmente previstas, Tenerife y Málaga. En Barcelona se instaló en la Sala Esteva y la documentación que generó es en parte la que nutre lo que hasta febrero puede verse en el Picasso, y que fue conservado por Claudio Hoyos, nieto de uno de los dueños de aquella sala.

La apertura de Picasso 1936 no podía más que coincidir con la del nuevo Centre de Coneixement i Recerca, inaugurado ayer y con el que el Museu Picasso quiere convertirse en foco de conocimiento: una luz que pueda cristalizar en exposiciones como la mencionada. El Centre, además, es uno de los legados que deja Pepe Serra antes de su mudanza.

Publicado en La Vanguardia 30 de noviembre del 2011

+ info
http://www.bcn.cat/museupicasso/ca/exposicions/encurs.html