5/30/2011

Un mausoleo romano emerge bajo el Marítim

De nuevo, la restauración de un espacio arquitectónico descubre un sorprendente tesoro arqueológico en el subsuelo de Ciutat Vella. El último e importante hallazgo del equipo oficial de arqueólogos son los restos de un impresionante mausoleo de la época romana que durante siglos ha permanecido sepultado bajo las Drassanes Reials del Museu Marítim, delante del puerto, entre la Rambla y el inicio del Paral·lel.

Es el primer sepulcro magnífico y suntuoso del siglo II encontrado en Barcelona por arqueólogos que dependen de la Generalitat y del Museu d'Història de la Ciutat. Josep Manuel Rueda, subdirector del departamento de Patrimoni Arquitectònic, Arqueològic i Paleontològic de la Conselleria de Cultura, considera que los resultados de la intervención son muy satisfactorios. «Se ha encontrado la delimitación de los antiguos astilleros medievales. Ahora sabemos con exactitud dónde estaba la puerta de Barcelona». No obstante, el hallazgo más soprendente es el del mausoleo de planta rectangular que, según el informe realizado por la empresa Actium, presenta estructuras que evidencian una rica variedad tipológica de rituales funerarios asociados a inhumaciones y a incineraciones. En la necrópolis se han encontrado ajuares, urnas y vasijas. «Se han documentado seis fosas con esqueletos infantiles», destaca el informe firmado por los arqueólogos Josep Cruells, Adriana Vilardell y Esteve Nadal.

17 MILLONES DE EUROS // Las inmensas salas del Museu Marítim, construidas en el siglo XIII y declaradas en 1976 monumento histórico, consolidan el estilo gótico civil catalán. El ayuntamiento y la Diputació han invertido 16 millones de euros y los ministerios de Cultura y Fomento otro millón más en adecuar estos 18.000 metros cuadrados a las exigencias de un museo del siglo XXI.

Desde el 2009 hasta el 2013, las administraciones públicas coordinan la rehabilitación integral de las gigantescas naves, del tejado y del pavimento, la eliminación de humedades, la limpieza de la muralla y el cambio de instalación eléctrica.

Roger Marcet, director del Museu Marítim, asegura que en estos últimos años se han producido cambios fundamentales en el rol de los equipamientos patrimoniales: «Se cuestiona su propia concepción y las vías de comunicación con las que se establece el contacto con la comunidad». Por ello, el nuevo museo se aleja de los modelos tradicionales. La exposición permanente pretende ser abierta y accesible. «Queremos despertar la curiosidad, el interés y el espíritu crítico del visitante».

La interactividad con el público es clave. «Se deben provocar experiencias y vivencias que ayuden a cultivar el conocimiento», dice. A eso ayudarán las nuevas tecnologías. En definitiva, plantear preguntas y enigmas que inciten el saber. «Eso, en un ambiente acogedor, que inspire confianza», añade.

Publicado en el Periódico el 30.5.11

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